They blame the wind (Crossing Lines - L'Auditori)

Seguramente de camino a este auditorio usted habrá estado en contacto con diversos sonidos. El tráfico, el viento; su memoria sonora, quizá la biblioteca musical de su teléfono; una voz en la lejanía. Su voz. 

Si lo pensamos, nunca antes en la historia el ser humano había estado en contacto con tantas fuentes sonoras como en la actualidad. Vivimos inmersos en una superposición de sonidos, pasados y presentes. Existimos y nos socializamos en un laberinto sonoro. Por ello, no sería descabellado preguntarse ¿cómo afecta esta realidad a la creación musical contemporánea? Una respuesta podría ser precisamente este concierto. 

Bajo el título Ludvan Ven Beethowig, el ensemble Crossing Lines presenta un programa estructurado con siete obras compuestas en los últimos 12 años. 

El programa lo abre y protagoniza con tres obras la compositora italiana Clara Iannotta, una de las creadoras más representativas de la nueva generación de compositores italianos. “[Iannotta] concibe espacios de percepción en los que el oído puede, metafóricamente hablando, deambular y recoger experiencias”, afirma el musicólogo Markus Böggemann sobre la obra de la compositora italiana, sirviendo las tres composiciones que incluye este concierto un perfecto ejemplo de esta definición. 

En Dead Wasps in the Jam-jar (i) (2015), Iannotta se inspira en el segundo movimiento de la Partita Nº 1 de J. S. Bach, creando una obra que es una especie de “decantación” sonora de la original, en la que las escalas de Bach son reemplazadas por glissandos, y los contornos melódicos se (des)dibujan con sutiles efectos con el arco. En relación a D´ après (2012) y The people here go mad. They blame the wind (2014), ambas obras tienen como nexo común el sonido de las campanas, o mejor dicho, en cómo la memoria de ese sonido puede transformarse a través de su recuerdo. D´ après nace como parte de una trilogía de obras inspiradas en la primera vez que Iannotta escuchó el carillón de Friburgo, uno de los más grandes de Alemania. Y The people here go mad fue compuesta tras experimentar, durante un paseo por Boston, el eco que dejaban en el aire unas campanillas de metal colgadas de unas puertas.

Symbiosis II (2010) de Natacha Delis, como Dis Un Il Im Ir (2013) del compositor Bryan Jacobs, sirven como ejemplo de las posibilidades creativas de la tecnología en una composición musical. La obra de Delis, estructurada casi como un patrón tecnológico, se basa en cinco curvas sonoras que se repiten hasta acabar fusionándose creando nuevas secuencias. Por su parte, la obra de Bryan Jacobs es una suerte de (electrónico) caleidoscopio que precisa de un gran virtuosismo por parte de los intérpretes. 

El programa se cierra con dos obras del compositor Daniel Moreira, Countdowns (2014) inspirada en los procesos de cuentas atrás que todos hemos presenciado en algún momento (la llegada del Año Nuevo, en el deporte, en la retransmisión del lanzamiento de un cohete…), y que Moreira utiliza como “fuente de expectación y potencial dramático”, transformando al ensemble en una especie de maquinaria de cuenta atrás. Rhythmic Study 4b - Ludvan ven Beethowig (2009) para dos pianos de juguete y un intérprete, “es música sobre música”, explica Moreira. Esta obra, que está construida completamente utilizando extractos de la bagatela Für Elise de Beethoven, y en cierta forma al igual que hace Iannotta con sus obras, juega con la expectación y la memoria. Para ello Moreira, a través del trabajo compositivo, convierte esta famosa obra de Beethoven en un objeto desconocido, extraño, raro, jugando con nuestra memoria al recordarnos intermitentemente la obra original, pero desde un prisma diferente. 

La repetición, bien de elementos externos o de elementos propiamente musicales, es una de las características de las obras de este programa. Una repetición que tiene que ver más con nosotros que con el elemento reiterado, ya que como dijo Deleuze en su glosa sobre Hume: “la repetición no cambia nada en el objeto repetido, pero sí cambia algo en la mente que lo contempla”.