¡Danzad, danzad, malditos! (OBC · Thomas Adès - L'Auditori)

En 1526 e influenciado por la atmósfera (moral) de esa Venecia mágica que también conoció Vivaldi, Tiziano, creador de pinturas religiosas inigualables, y aún así, uno de los artistas, como afirmó Alexandre Dumas, “más completo, más sensual, y más pagano del Renacimiento”, pinta La bacanal de los andrios, un impresionante lienzo que celebra y reivindica las aficiones y placeres mundanos del duque Alfonso d’Este. Al igual que Tiziano, este programa parece sumarse a esa reivindicación de lo mundano, pero convocándolo desde lo musical, desde la liturgia sonora por medio de varias obras que guardan una relación más o menos directa con aquellos placeres en los que eventualmente, todos nos convertimos en iguales. 

Sin duda, Thomas Adès es una de las grandes figuras de la práctica musical actual, compaginando la composición con la dirección, la interpretación pianística, y el interés de fusionar estéticas y épocas en sus programas de forma tan original como ejemplifica este concierto. 

El programa comienza con la versión orquestal del Mephisto Waltz nº 1 de Franz Liszt, una de sus piezas icónicas que compuso en el mismo periodo que la célebre versión para piano. Inspirado en el Fausto de Nikolaus Lenau, Liszt seleccionó el episodio en el que  Fausto y Mefistófeles entran en una taberna en la que se está celebrando una boda. Mefistófeles coge un violín y comienza a tocar una melodía que arrastra a una frenética danza a todos los presentes. Fausto, tras haber bailado con la novia, se fuga con ella al bosque, y protegidos por el follaje, la pareja “es tragada por las impetuosas olas del rapto amoroso”, como lo definió Lenau. 

Dentro del catálogo de Adès, el violín tiene un rol destacado, siendo Märchentänze la segunda obra que compone para violín y orquesta tras “Concentric Path” (2015). Si en Concentric Path se basaba en las estéticas de Ligeti y Brahms hasta la cultura pop, en Märchentänze Adès se inspira casi exclusivamente en el folklore inglés. El violinista será el finlandés Pekka Kuusisto, celebrado interprete de las obras de Adès y con quien ha estrenado recientemente las dos versiones que hay de Märchentänze, el duo de violín y piano que compuso Adès para Tokyo 2020, y la versión para violín y orquesta, que será la que se escuche en este concierto.

“Ya hay bastante melodrama en la vida, dejemos que el arte celebre lo ordinario”, parecía reivindicar el ballet Parade de Satie, estrenado en 1917. Un ballet que supuso el comienzo de una nueva etapa en la creación musical francesa. Tras el estreno de Parade, los jóvenes compositores franceses que veneraban a Satie estaban deseando deshacerse del halo impresionista (por aquel entonces ya convertido en estereotipo), y celebrar la transfiguración artística cada día. En este contexto, Diághilev, entre 1924 y 1925, encarga 3 ballets en 1 acto, siendo el primero Les Biches de Francis Poulenc. El título (una posible traducción podría ser “Las Queridas”) anuncia la atmósfera sensual y despreocupada de la obra. Si Parade de Satie seguía vagamente una trama concreta, Les Biches hace todavía menos uso de una trama, retratando una velada organizada por una rica matrona en la que jóvenes hombres y mujeres, vestidos con ropa de verano, bailan y flirtean entre sí. La música que compone Poulenc es una suerte de pastiche de tres estilos concretos: la suite de danzas del siglo XVIII (Couperin), el ballet clásico francés del siglo XIX, y los salones de baile de la época. Una música que parece mezclarse y transfigurarse con la misma promiscuidad que los jóvenes de la fiesta. 

Cuando Poulenc estrena Les Biches tenía 24 años, la misma edad con la que Thomas Adès y el libretista Philip Hensher reciben el encargo del Almeida Opera de Londres de componer Powder Her Face. “En el Almeida Opera no disimularon su desconcierto por lo que les estábamos proponiendo”, afirmó Hensher en una entrevista en The Guardian. Y no es descabellado imaginar que cuando Adès y Hensher explicaron su idea de realizar una obra basada en “escenas de la vida de un santo medieval, solo que con expediciones de compras en lugar de milagros”, todo el mundo se quedase cuanto menos sorprendido. Powder Her Face (Empolvando su cara), es una ópera de cámara estrenada en 1995 y basada en el divorcio de Margaret Campbell, duquesa de Argyll, quien en 1963 fue acusada por su marido de infidelidad, convirtiéndose todo el divorcio en un sonoro escándalo sexual que resonó por toda la Inglaterra de la época. Más tarde, Campbell despilfarró toda su herencia y acabo viviendo en una suite de hotel, momento en el que se sitúa la ópera de Adès, evocando escenas de su vida pasada. La versión que se presenta en este concierto es la Suite Nº 3.